10 puntos básicos para hacer un buen mantenimiento de un coche
El mantenimiento de un coche no tiene secretos. Se trata de seguir unas pautas para hacer el seguimiento y los recorridos de determinadas partes de la mecánica de los vehículos. Se trata de garantizar la seguridad y el mantenimiento de las condiciones de trabajo óptimas de partes clave del vehículo como los neumáticos, el motor, las luces o los niveles.
Echemos un vistazo a esa relación de detalles clave para que pueda incluirlas en su lista de revisión hoy mismo. Con ella, conseguirá conocer de cerca el estado real del coche, prevenir cualquier problema y, cómo no, reducir los gastos del taller. Vamos con los neumáticos:
-Neumáticos. Sencillo. De lo que se trata es de comprobar y ajustar la presión de los neumáticos. Aunque todo depende del uso, hacerlo cada dos semanas está bien. También compruebe el dibujo, el estado de los neumáticos y si el desgaste es regular o irregular. Es importante echarle un vistazo a las partes interiores de los neumáticos, las que no se ven. A veces se producen pinchazos que hacen perder aire a las gomas muy lentamente. Por último, ¿tiene su neumático de repuesto en buenas condiciones?
-Caja de herramientas. Fundamental. Revise que lo tiene todo. Gato, llaves para las ruedas, bombillas de repuesto… Familiarícese con los puntos que sirven de apoyo para levantar el coche con el gato y sin perder equilibrio. Si lleva tuercas de bloqueo para las ruedas, asegúrese también de que tiene las herramientas especiales para retirarlas.
-Aceite. Mantenimiento de un coche y el aceite del motor. Compruebe la varilla del aceite al menos cada quince días y, por supuesto, antes de que efectúe un viaje largo. Cambie el aceite del coche según las especificaciones de mantenimiento. Recuerde que un alto consumo de aceite puede esconder diferentes problemas en el motor.
-Agua. Compruebe el nivel de refrigerante con regularidad y llévelo a su punto en el depósito con regularidad. Ojo, hágalo cuando el motor esté frío. Tenga disponible anticongelante para el invierno con suficiente tiempo de antelación.
-Limpiaparabrisas. Las escobillas del parabrisas se desgastan con mucha facilidad, dejan de limpiar bien, ensuciando o rayando incluso la superficie de las lunas. Cámbielos al menos una vez al año. Verá, nunca mejor dicho, la diferencia.
-Líquido del limpiaparabrisas. Vea que tiene suficiente y en invierno que emplea soluciones que impidan su congelación.
-Parabrisas. Compruebe igualmente con mucha atención que no hay rayaduras en su superficie que puedan quebrar la luna. También que las rayaduras no le distraen de la conducción.
-Luces. Revise todas las luces del coche al menos una vez a la semana. Indicadores, luces de frenos y luces de niebla incluidos. Limpie los faros con regularidad, la suciedad puede ocasionar problemas de visibilidad, que no nos vean, o que veamos menos en horas de poca luz.
-Dirección asistida. Compruebe que el nivel del líquido es el correcto. Una vez al mes está bien. En el manual de mantenimiento del coche figura el nivel de fluido hidráulico correcto.
-Carrocería. Atienda con prontitud a los daños causados en la carrocería, recuerde que pueden ir a mayores.
Como ve, el mantenimiento de un coche no tiene secretos, sólo se trata de evaluar, de observar, los puntos clave. Lo demás, disfrutar de nuestro vehículo.